Cata Adega Cooperativa de Sabrosa (Portugal)

El jueves 16 de noviembre de 2017 recibimos la visita de Adega Cooperativa de Sabrosa. La cata se celebró en la sede habitual de la Asociación, Hotel Jaime I, a las 20:45 h.

 

La Adega, nos cuenta……

Son ya 58 años de existencia, aquellos que la Adega Cooperativa de Sabrosa, cuenta.

Marcamos por la confianza, por la tradición, y, recientemente, por la innovación que imponemos a todos nuestros procesos.

Una marca con historia precisa en todo momento de renovar.

Es en esta fase que la Adega Cooperativa de Sabrosa se encuentra. A reinventarse, y a hacer una apuesta en la revitalización de la imagen de la marca.

Para ello, se han utilizado ciertas estrategias, para no desviarnos del foco de nuestra existencia – los clientes. La utilización del nombre del primer circum-navegador dado a los vinos, Fernão de Magalhães, y la creación de los rótulos de los mismos, son las fases que siguieron al aumento de la calidad que los vinos presentan.

La presencia en concursos internacionales ha venido a demostrar (a la Adega ya su público objetivo) que las 19 medallas ganadas a lo largo del año 2016 tienen una verdadera razón de ser. La calidad se demuestra y, efectivamente, eso es lo que ha sucedido.

Recientemente, la ACS hizo una edición especial y limitada de un conjunto de cuatro botellas de vino Fernão de Magallanes Reserva Tinto 2012, en homenaje a la vida y obra del escritor Miguel Torga, nacido en San Martín de Anta, municipio de Sabrosa, ¡se ha revelado un verdadero éxito!

Esta conexión a Fernão de Magallanes y a Miguel Torga, ha aumentado el interés del mercado por los vinos de la Adega Cooperativa, producidos en la primera región demarcada del mundo, el Duero.

Porque una marca no se construye sola, los más de 600 productores que entregan sus uvas a la Adega del municipio, han sido la base y el sustento de la ACS.

Sin la confianza (¡una vez más, aquí está!) Que los agricultores depositan en cada departamento de la productora de los vinos Fernão de Magallanes, el éxito que se está alcanzando, sería imposible e inalcanzable.

En forma de conclusión, las marcas tienen una necesidad continua de renovación, adecuándose a los tiempos ya las culturas, sin olvidar las raíces que las sostienen.

NOTA DE CATA

En primer lugar se cataron los blancos, ambos elaborados a partir de las variedades viosinho, gouveio y rabigato. 
“Fernâo de Magalhâes colleita 2016”. Tras la fermentación, este vino pasa unos meses en depósito junto a su lías antes de proceder a su embotellado.
Se presentó con un precioso color amarillo claro con irisaciones verdosas. Limpio y brillante.
Aromas de intensidad media-alta donde aparecen en primer plano notas florales (flor de acacia, azahar…), sutiles anisados (hinojo…), nítidas notas de fruta de hueso blanca (melocotón…) y aromas de fruta cítrica madura, casi escarchada (naranja, lima, limón… ) que acompañan recuerdos de hierbas de monte bajo.
Quizá el vino que más gustó entre el público asistente.
Se dio pasó al “Reserva Blanco Fernão de Magalhães 2015”, en él, Celeste Marqués reivindica el coupage (gouveio, viosinho y rabigato) como signo de identidad de una tierra donde las variedades se han complementado unas con otras para dar vinos equilibrados y para demostrar al mundo que, en el Douro, también los blancos pueden ser grandes vinos. El vino permanece unos seis meses en barrica de roble francés volviendo a continuación a depósito para posteriormente ser embotellado.
A la vista se presenta vestido con un bonito color amarillo verdoso con irisaciones ligeramente doradas. Lágrima no muy abundante, fluida y de caída rápida. Limpio y brillante.
En la nariz muestra una intensidad media-alta. Destaca su complejidad de aromas con detalles especiados (vainilla…) y notas ahumadas procedentes de su estancia en finas y nobles maderas que, posteriormente devienen en nítidos aromas minerales. Abundantes aromas de fruta amarilla (ciruela…) y de hueso (melocotón) bien madura junto a notas de flor blanca y amarilla (azahar y camomila) y un marcado aroma de hinojo. Aromas cítricos con cierto dulzor (piel de limón escarchada).
Hay calidad, y mucha en este vino, bajo mi humilde opinión, es un vino que vale mucho más de lo que cuesta, un vino que, aunque mejorará con toda seguridad, está en un momento óptimo de consumo.

El primer tinto de la cata fue “Fernâo de Magalhâes colleita 2014” un coupage de las variedades touriga nacional y tinta roriz sin paso por barrica.
Atractivo color rojo rubí, concentrado, complejo, con notas de frescos frutillos rojos silvestres. Elegante, equilibrado, de una acidez que le aporta frescor. Dotado de buena estructura y de taninos pulidos. Un vino sencillo, fresco y de trago largo para calmar la sed si se toma fresco.
El siguiente tinto, “Fernâo de Magalhâes 2014 reserva” D.O.C.Douro, posee el mismo coupage. Fermenta en depósitos de acero inoxidable para a continuación envejecer en barricas de roble francés durante nueve meses.
El vino se presentó vestido con un bonito color rojo picota con ribete violáceo. Capa media-alta para este vino de lágrima fina que se desliza perezosamente por las paredes de la copa.
Nariz de intensidad media-alta donde destacan aromas de frutas rojas y negras en sazón (arándanos, moras, ciruelas rojas, cerezas…) junto a nítidas notas florales (violetas, flores silvestres…) acompañados de sutiles especiados (clavo, vainilla), chocolate y balsámicos característicos de su paso por barrica de roble. Ligeros recuerdos minerales.
Final sumamente atractivo, con una excelente persistencia y especiado. Es un vino que sobresale por su distinción y amabilidad.

Cambiamos de estilo de vino con el “Moscatel Douro Fernão de Magalhães” DOC Douro. 
Vino de licor dulce elaborado únicamente con la variedad moscatel galego branco, conocida en España como moscatel de grano menudo. 
Se presentó vestido de un atractivo color ambarino con tonalidades doradas. Capa media-baja. Limpio y brillante. Fina y abundante lágrima de rápido descenso.
De intensidad media-alta y dotado de una buena complejidad aromática en la que destacan aromas amielados acompañados de nítidas sensaciones de pasas, higos y algarroba. Aromas florales (rosas, flor de azahar…) junto a notas de naranja confitada y caramelo.
En boca se muestra sedoso, fresco y goloso sin empalagar. Muy buena concentración de fruta junto a notas florales y tenues aromas de hierbas de bosque mediterráneo. Excelente equilibrio entre el dulzor, alcohol y la acidez. Destaca por su frescura que impide que el sabor dulce presente con matices amielados y florales resulte empalagoso.
Final largo y persistente en boca dejando un toque especiado final. 
Acabamos la cata-presentación con el vino “Porto 10 años Fernão de Magalhães”. D.O.Porto. Mezcla de diversas variedades, incluyendo Touriga Nacional, Touriga Franca ( 20% de cada variedad).
Aquí Celeste se paró para describir con todo lujo de detalles el proceso de elaboración y crianza de los Oportos.
Cuando cerca de la mitad del azúcar natural del mosto ha sido transformado en alcohol, se encabeza el vino con alcohol vínico muy limpio y joven. Este alcohol vínico neutro, incoloro, con un grado alcohólico de 77 %, se añade en una proporción (aunque ésta pueda variar) de cerca de 115 litros de alcohol vínico por cada 435 litros de vino en fermentación.
La adición de alcohol vínico eleva la graduación del vino a un nivel en el que las levaduras encargadas de la fermentación ya no consiguen sobrevivir. La fermentación para antes que de que todo el azúcar del mosto haya sido transformado en alcohol y, por lo tanto, el vino final conservará algo del azúcar natural de la uva.
A medida que el vino envejece, el alcohol vínico y el vino se combinan en una sinergia mágica que contribuirá a la sutil complejidad del vino de Oporto maduro.
Después de la vendimia, el vino permanece en la bodega, en la región del Douro, donde queda reposando hasta la primavera del año siguiente. En entonces cuando el vino es transportado a las bodegas de guarda, donde realizará la crianza y será mezclado con otros vinos para, finalmente ser embotellado.
Antes de ser llevados a las bodegas de guarda, cada vino es evaluado para determinar a qué estilo de Oporto será destinado. Dependiendo de su destino, el vino será entonces colocado en barriles o en toneles y comenzará así su proceso de envejecimiento
El que catamos, “Fernão de Magalhães” Oporto Tawny 10 años es una mezcla de vinos de distintas añadas que se afinó en barrica durante diez años en bodega en barriles de roble envinados de una capacidad cercana a los 630 litros. En estos barriles, a lo largo de muchos años de envejecimiento, el vino adquiere gradualmente su característico color ámbar-teja («tawny”) y desarrolla lentamente los sabores complejos y opulentos y la boca tersa y deliciosamente dulce.
De un color ámbar-teja de capa media. Fina y abundante lágrima de caída rápida. Limpio y brillante, sin defecto alguno en esta fase visual.
En su intensa nariz nos muestra notas nítidas aromas de fruta pasificada junto a ligeras notas licorosas con aromas de algarroba, caramelo de tofee, bizcocho emborrachado, confitura de higos, bombón de licor, frutos secos (avellanas, nueces, almendra amarga…), café, cueros y mermelada de frutos rojos junto a sutiles notas especiadas de vainilla, nuez moscada y clavo. 
Entrada muy agradable, fresca y de untuosa y cremosa textura. Sabor a pasas característico de este tipo de vinos. Se confirma la dulzor sin llegar a ser empalagoso. Suave, de estructura media, con una espléndida acidez que le da frescura y equilibra las notas licorosas dando un equilibrio perfecto entre dulzor-alcohol y acidez.
Final largo y persistente con abundantes recuerdos de frutas pasificadas sobre un fondo especiado con chocolates e incluso algo de flores ajadas.
Un Oporto muy fino y elegante.

Por Paco Prades.

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