Cata Bodegas Lustau
|El jueves 25 de octubre de 2018, recibimos la visita de Bodegas Lustau. El evento se celebró, en el Hotel Center, Ronda Mijares, 86, a las 20:45 h.
Bodegas Lustau fue fundada en 1896 por Don José Ruiz-Berdejo. Fue un modesto comienzo: Don José, secretario judicial, cultivaba las viñas en su finca Nuestra Señora de la Esperanza. En la propia casa de la viña criaba los vinos que después vendía a las grandes bodegas exportadoras. Era un almacenista.
Don Emilio Lustau Ortega, yerno de Don José, trasladó la bodega al antiguo barrio de Santiago en el casco antiguo de Jerez de la Frontera. Allí, en los edificios que formaban parte de las históricas murallas árabes de la ciudad, fue ampliando su negocio lentamente, aún como almacenista. A partir de 1950 la firma se convirtió en bodega exportadora de sus propios vinos de Jerez.
En la década de los 70 la compañía continuó con su expansión. A partir de los años 80, y bajo la dirección de Rafael Balao, se convirtió en una de las compañías más innovadoras de Jerez. Balao intuyó que Lustau tenía que estar en la vanguardia de la calidad. Sus ideas de combinar tradición e innovación labraron el camino para que hoy Lustau se identifique con calidad y prestigio.
En 1988 Lustau dio un paso más en su distinción, introduciendo un nuevo diseño de botella para sus vinos. La elegante botella oscura con hombros resbalados es exclusiva de la Compañía, diferenciando a Lustau de las otras bodegas del Marco de Jerez.
En ese año el destino de Bodegas Lustau cambió, al pasar a manos de la conocida compañía Luis Caballero, productora de licores y bebidas espirituosas. Este hecho supuso un considerable respaldo financiero y la posibilidad de desarrollo y expansión. Las viñas Montegilillo, en el pago Carrascal; y Las Cruces, en Chipiona, ambas en la zona del Jerez Superior, se sumaron al patrimonio de Lustau.
En junio del año 2000 Lustau adquirió seis edificios bodegueros del siglo XIX en el centro de Jerez, con una superficie de 20.000 metros cuadrados. Estos edificios fueron restaurados y hoy albergan las principales instalaciones bodegueras de la Compañía.
En los últimos años Lustau ha sido galardonada y reconocida con multitud de premios, destacando en 2011 como “Mejor Bodega Española” concedido en Londres por la International Wine & Spirit Competition. En 2012, como Bodega Española más Premiada y séptima a nivel mundial. En 2014 como “Mejor Bodega de Jerez”. En 2015 ha vuelto a ser la Bodega Española más Premiada y octava a nivel mundial.
De la mano de Carlos Ruiz Vergara, product manager del grupo Luis Caballero, fuimos conociendo los orígenes y filosofía de la bodega que nos acompañó durante esta cata.
Tras el repaso desde los orígenes hasta la actualidad, Carlos Ruiz nos fue presentando de manera amena e instructiva los vinos que se presentaron a cata.
“Manzanilla Papirusa” elaborada con un 100% de uva palomino envejecida bajo velo de flor, por el sistema tradicional de Solera y Criaderas en Sanlúcar de Barrameda, en un microclima húmedo y con la brisa marina de la desembocadura del río.
Nariz limpia e intensa con aromas de roble viejo. Huele a manzanilla en rama vieja con sutiles notas de ceniza y puntas de cáscara de almendras.
En boca se muestra seca con acidez media, salina, sabrosa y con cuerpo. Notas de almendras, olivas (manzanilla española), camomila, hojas secas.
“Amontillado de Sanlúcar Almacenista Cuevas Jurado” palomino 100%. Tras su crianza biológica como manzanilla le sucede un período de crianza oxidativa. La crianza total es de 15 Años en botas de roble mediante el sistema de “criaderas y solera”.
Aromas de buena intensidad. Destacan aromas de fruta extremadamente madura y licorosa, brandy, caramelo, avellanas, almendras tostadas y otros frutos secos, toques salinos a brisa marina, toffee, cabello de ángel, fruta escarchada (orejones). Muy complejo y cambiante en copa.
Entrada suave y sedosa, un poco seca pero con un toque ligero a tarta de manzana y caramelo. Sutilmente dulzón (pero sin exceso pues es un vino seco). Paso por boca licoroso pero, a la vez, fresco, salino, equilibrado y perfectamente integrado.
“Palo Cortado Península” envejecido en botas de roble americano con el tradicional sistema de soleras y criaderas en Jerez de la Frontera. Este palo cortado posee la finura y delicadeza de un amontillado junto a la riqueza y cuerpo de un oloroso.
Destacan las notas de frutos secos, nuez, azúcar tostado, chocolate, miel notas ahumadas muy sauves y piel de naranja, fino, elegante, penetrante .
El paso por boca es suave, cálido, concentrado, con volumen, frutos secos, caña de azúcar, toque cítrico, buena acidez, equilibrado, vivo, amplio, bien estructurado, paso largo y expresivo.
Larga retronasal donde se perciben nítidamente los frutos secos
“Oloroso Emperatriz Eugenia” Este vino tiene su origen en la solera que en 1921 fundó Don Emilio Lustau en conmemoración a la visita a Jerez de Eugenia de Montijo, última emperatriz de Francia. Un oloroso seco, profundo y complejo. De color oro viejo con reflejos verdosos. Intensos aromas de frutos secos y exquisito paladar de nueces, ciruelas pasas y cacao. Se ha convertido en uno de los emblemas de Lustau en los mercados internacionales.
“Moscatel Emilín” Elaborado al 100% con uva moscatel procedente de la viña Las Cruces de Chipiona y envejecido en botas de roble americano. De color muy oscuro. Aroma floral e intenso. Reminiscencias de higos, pasas y nueces. Lleno en boca y muy largo en el paladar. Muy dulce pero equilibrado gracias a su acidez natural.
“East India Solera Cream” Su envejecimiento reproduce el que en el siglo XVII desarrollaban los vinos en los viajes transatlánticos a las lejanas colonias españolas. De color caoba oscuro con reflejos bronce. Concentrados aromas a fruta madura, moka, cacao y toffee. Muy complejo en el paladar, con limpia acidez. Sabor a pasas, a nueces y a naranja cristalizada. Para ello, tras envejecer por separado en sus propias soleras, el Oloroso y el Pedro Ximénez que lo componen, se someten a un segundo envejecimiento ya combinados, en una solera de 45 botas en la Sacristía de Bodegas Lustau, la cual goza de elevada humedad y temperatura, replicando las condiciones que acompañaban a estos vinos en sus viajes.
“Vermut Lustau rojo” Ensamblaje de dos vinos elaborados siguiendo en el tradicional y genuino sistema de Solera y Criaderas: un amontillado, seco y con carácter y un Pedro Ximénez, dulce, intenso y aterciopelado.
El ajenjo, la genciana y la corteza de naranja destacan entre las 10 especias y plantas aromáticas cuidadosamente elegidas para la elaboración de este Vermut Rojo.
“Vermut Lustau blanco” Fino y Moscatel son la base para conseguir este sorprendente y cargado de matices vermut.
Floral, cítrico y herbáceo, con notas almendradas y un sutil fondo mineral. Ligero y refrescante en boca.
Tras la intensa e instructiva cata, solo queda mostrar todo nuestro agradecimiento hacia aquellas personas que hicieron posible este reencuentro con estos, demasiadas veces, olvidados vinos nuestros!!!