Bodegas Castillo de Irache

VINOS DE NAVARRA EN LA ASOCIACIÓN ENOLÓGICA DE CASTELLÓN Con la asistencia como siempre de casi la totalidad de los socios y distinguidos invitados la Sociedad Enológica de Castellón celebró el día 1 de Julio la sexta actividad ordinaria en el Hotel Turcosa de Castellón, organizada con la colaboración de Can Vinaté Vins. Por primera vez en la ya larga historia de la asociación se cataban vinos de Navarra, concretamente de Irache, bodega de reconocido prestigio que data de 1891, situada junto al Monasterio del mismo nombre, al pie del Montejurra.  Nos dirigió la sesión en representación de Bodegas Irache Dña. Susana Marayo, joven y experimentada sommelier. Su presencia nos satisfizo gratamente por su interesante discurso y por las vivencias que nos descubrió en la cata de cada uno de los vinos.  Doña Susana Marayo nos explicó que dado que en la Denominación de Origen controlada Navarra se permite cualquier tipo de variedad, su bodega cultiva una docena siendo los mayoritarias la garnacha, la merlot, el tempranillo, la chadornnay y la cabernet sauvignon, lo que les permite presentar vinos, obtenidos del coupage de variedades que potencian las propiedades organolépticas de los componentes. En esta línea de trabajo la Sta. Marayo nos anticipó que están preparando la promesa de la bodega que se denominará Prado Irache.  En primer lugar catamos un joven Rosado Irache del 98, procedente de garnacha y un poco de tempranillo, de elaboración clásica, con despalillado previo, maceración de cuatro a cinco días con hollejo y de la primera prensada de prensa neumática. Color de frambuesa roja, aromas y sabores frutales, seco y largo en boca.  El segundo vino un Viña Irache Tinto Joven del 97, con un 60% de tempranillo y un 40% de merlot, de elaboración tradicional y un año en botella. Su color no era de un vino joven habitual, las tonalidades azuladas habían desaparecido y se le veía exageradamente evolucionado. Doña Susana se esforzó en explicar que la causa está en la rápida oxidación de la merlot y que también la variedad era la causa de las notas a cuero en nariz. Resultaba mucho más convincente en boca, sabroso con altas caudalías.  Finalmente el Gran Irache Tinto Crianza del 96, con el 70% de tempranillo y el 30% de Cabernet sauvignon con catorce meses en barrica de roble americano, color cereza picota, aromas a canela y roble, redondo y persistente. Daba perfectamente la talla de los vinos a los que nos tiene acostumbrados esta bodega visitada en varias ocasiones. Por ello en la cena posterior disfruté con tres solemnes copas de este gran vino que despertaron todas mis sensaciones un tanto aturdidas por la intensidad de este fin de curso. Por segunda vez en la historia de nuestra asociación y por la misma empresa Can Vinaté Vins se obsequió a todos los asistentes con una botella de Blanco Irache del 97 presentada en original envoltorio, detalle que de nuevo le agradecemos sinceramente.

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