Cata Bodegas Bordoy

El jueves 13 de junio de 2019, recibimos la visita de Bodegas Bordoy. La cata se celebró en la sede habitual de la Asociación, Hotel Jaime I, a las 20:45 h.

La historia nos habla de la existencia de la posesión de Sa Torre hacia el año 1369, siendo conocida en la isla por la singular capilla de estilo neogótico levantada en sus inmediaciones y que preside los terrenos que se extienden entre Llucmajor y el Cap Blanc.

La leyenda cuenta que el amo de la posesión la mandó construir cuando vio cumplido su deseo de tener un varón.

Lo cierto es que hoy esta capilla se encuentra bendiciendo las viñas de las Bodegas Bordoy. Todo empezó cuando Miguel Sastre Bordoy adquirió en 1.993 las parcelas «Els camps de Sa Vinya» y «s’Aujub Vermell», pertenecientes a la finca «Sa Torre» con la ilusión de que aquellas tierras que habían cobijado a las viñas siglos atrás fueran de nuevo un viñedo. Su saber hacer, el tesón y la visión de futuro hicieron todo lo demás.

 

Los más de setenta socios y amigos de la Asociación enológica de Castellón, pudimos disfrutar en la clausura del curso 2018/19 de los vinos de una bodega con una estrecha relación con nuestras tierras: Bodegas Bordoy.
Carmina Sender (Segorbe), actual enóloga de la bodega, apareció un día como becaria en prácticas en Bodegas Ribas conociendo en la isla a su pareja Tòfol Pons; congeniaron y con su relación afianzada, se trasladaron a Segorbe. Encontraron unas viñas abandonadas y vieron la posibilidad de desarrollar sus conocimientos fundando Dibodegas.
Tras la propuesta que ambos recibieron para elaborar en distintas bodegas de Mallorca, decidieron vender su bodega castellonense y volver al lugar que les unió, Mallorca.
Sandra Adrián, comercial, promotora y responsable de exportación de la bodega, fue desgranando junto a Carmina, la historia de esta bodega mallorquina situada al sur de la isla en el municipio de Llucmajor, una bodega surgida de la nada por el deseo personal de Miguel Sastre Bordoy, que adquirió las parcelas “Els camps de sa Vinya” y “S’aljub Vermell” de la antigua posesión de Sa Torre, en 1993. Su deseo era volver a plantar viñedos como mucho tiempo atrás había habido en la zona, antes de la plaga de la filoxera que acabó con el cultivo de vid en la isla. Y así se empezó con el proyecto, que en la actualidad cuenta con 22 hectáreas de viñedo y seis más de nueva plantación. 
La viña se encuentra en la parte más árida de la isla, con una pluviometría muy baja y una fuerte insolación, aspectos éstos, que benefician a la viña con producciones más bajas pero de mayor calidad. El suelo también es diferente, tiene una estructura franco-arenosa (terra de marès), lo que hace que esté muy bien drenado, además de proporcionar una baja fertilidad, limitando así el vigor de la planta, lo que redunda en calidad. Por otra parte la composición del subsuelo aporta a los vinos un carácter mineral.
Carmina y su equipo elaboran a día de hoy 13 vinos diferentes bajo las marcas “Sa Rota”, “Fermança” y “Terra de Marès”: blancos, tintos, rosados y dulces en los que cada año van incrementando las proporciones de variedades mallorquinas como Callet, Girò Ros, Premsal y Gargollasa. 
Se podría decir que los vinos mallorquines no se asemejan a ningún vino de la península; son vinos diferentes. Son vinos en los que se ha de respetar su tipicidad.
Se cataron los siguientes vinos, todos ellos bajo el sello de la D.O. Pla i Llevant.
1.-«Fermança Blanco 2018”
Giró Ros (74%) y premsal Blanc (26%)
En nariz destacan los aromas de frutas de hueso y fruta blanca acompañados de un fondo cítrico. Notas cremosas generadas de su crianza sobre lías finas en depósitos de acero inoxidable. Posee un fondo mineral, originado por la singularidad de la variedad y las particularidades de la finca. Vino bien estructurado en boca, con buena sensación envolvente pero falto en mi opinión de una mejoracidez que lo acompañe durante todo su recorrido. Destaca fundamentalmente por su gran amabilidad en boca.
2.- Colección “Es puput 2018” 900 botellas numeradas
Giró ros 98% i 2% premsal blanc para el relleno de las barricas.
Cinco meses en roble francés con tapas de acacia que le aporta una cierta sensación de frescura al vino.
La giró ros es una de esas variedades autóctonas que, especialmente debido a la burocracia oficial, quedaron proscritas hasta no hace mucho. Este colección “Es puput 2018” fermentó en barricas francesas con tapas de acacia y, tras la misma maduró en ellas cinco meses. 
Destaca su amarillo trigueño. Hay fruta blanca de hueso y blanca en sus aromas, con toques de almendra junto a notas florales y herbáceas. Posee cierta frescura y se muestra con volumen e intenso en boca.
3.- “Fermança rosado 2018” rosado de prensa directa
Merlot (60%) y Callet (40%)
Color fresa pálido para este vino limpio y brillante de intensidad media con aromas de frutillos rojos silvestres sobre un fondo cítrico, agradable y fresco en boca dotado de buen equilibrio.
4.- “Sa Rota 2018” rosado con una ligera maceración
Cabernet Sauvingnon (54%), Merlot (31%) y Callet (15%)
Atractivo y brillante vino de color frambuesa . Más intensidad en nariz que su hermano. Aromas de frutos rojos (fresas, cerezas…) dotado de un punto goloso en ataque, carácter afrutado, fresco, amplio y con un final sutilmente amargoso muy agradable que le aporta frescura y longitud.
5.- “Fermança negre 2017” Callet 78% y syrah 22%
Un vino color cereza de capa baja con reflejos ligeramente azulados y baja graduación 11,5%.. Aromas de mediana intensidad, destacando una agradable fruta roja madura acompañada de sutiles notas balsámicas, ligeros toques florales, recuerdos de hierbas mediterráneas y apuntes minerales. Buena entrada, con suficiente volumen marcado por un correcto peso de fruta, una buena acidez y una sensación ligera y agradable en boca. Vino de trago largo para ser servido ligeramente fresco en estos días de calor.
6.- “Terra de Marès 2015” Callet (40%), Merlot (22%), Cabernet Sauvingnon (20%) y Syrah (18%) con doce meses de barrica de roble francés.
Bonito color cereza de capa media-alta. Limpio y brillante. De intensidad aromática media-alta destacando aromas de fruta roja y negra bien madura sobre un fondo mineral, balsámico y de hierbas mediterráneas. Apuntes tostados propios de su paso por barrica.
Ataque intenso, sabroso, de tanino potente pero maduro, dotado de estructura y frescura suficiente. Gran equilibrio entre las sensaciones de fruta, alcohol y acidez. Un tinto potente de final largo y persistente.
7.- “Sa Rota dolç” merlot
Rojo cereza intenso, limpio y brillante de capa media.
Aroma agradablemente dulce a frutos rojos como fresas y frambuesas envueltos con suaves notas lácteas.
Paso goloso, con un dulzor justo y agradable que acompañado de su suave acidez produciendo un conjunto redondo que inunda la boca de frutos rojos dulces,suaves y maduros.
Agradecer por último la presencia de Sandra y Carmina entre nosotros, y a la bodega Bordoy el esfuerzo que ha hecho posible para dar a conocer a los aficionados de la asociación estos vinos a los que tendré que seguir la trayectoria para ver su evolución.

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